Muchos padres dudan de si deben llevar al niño a urgencias cuando se encuentra mal
¿Cuando llevar a tu hijo a urgencias?
Ser madre o padre implica una responsabilidad constante, pues una obligación de los padres es cuidar la salud integral de sus hijos. La enfermedad y los accidentes son parte de la vida misma, por lo que es muy complicado evitarlos en su totalidad. Sin embargo, es importante saber en qué momentos es necesario llevar a tu hijo a un servicio de urgencias.
Muchos padres, principalmente los primíparos, llevan a sus hijos a urgencias en ocasiones inncesarias.
En los servicios de urgencias, acaban muchos niños que perfectamente podrían esperar a ser visitados en el ambulatorio por su pediatra. Por ello, para no colapsar el sistema y que aquellos en urgencia verdadera puedan ser atendidos correctamente, se requiere de localizar una situación de riesgo debidamente.
Situaciones en las que hay que ir a Urgencias
Recien nacido enfermo
- Cuando es recién nacido enfermo cualquier problema puede ser importante. Se recomienda acudir a Urgencias.
Somnolencia grave
- Somnolencia grave del niño si comienza a parpadear, no sonríe, no juega, llora o no se despierta.
Sangrado profundamente
- Está sangrando profundamente o ha sufrido un golpe grave en la cabeza.
Dolor intenso
- Dolor intenso en el niño puede ser una señal de enfermedad. El llanto constante o no poder dormir pueden ser síntomas de dolor intenso o de otra patología que requiere la atención del pediatra. Dolor abdominal en niños. También el dolor de oídos.
No puede caminar
- El niño no puede caminar por sí mismo, es probable que tenga una alteración o enfermedad neurológica o muscular que deba tratarse.
Insuficiencia respiratoria
- Problemas para respirar cuando el niño está tranquilo, habiendo eliminado los mocos de la nariz mediante lavado y sin tos.
Color de la piel y mucosas
- Cambios de color en la piel o las mucosas en el niño.
Vomitos
- Deshidratación que, generalmente, suele ocurrir después de vómitos o diarreas. Sólo se debe ir a urgencias si el niño ha vomitado más de tres veces en una hora, o bien si tiene dificultades para respirar (podría haber ingerido o inhalado un cuerpo extraño), o si el vómito está manchado de sangre.
En cualquier caso, es un gran error administrar al niño cualquier fármaco por iniciativa propia, puesto que algunos medicamentos antieméticos pueden provocar graves efectos secundarios.
Rigidez en el cuello
- Rigidez del cuello que puede hacer sospechar de meningitis cuando el niño es incapaz de llevar la cabeza hacia adelante o que su barbilla toque el esternón.
Fiebre
- La fiebre puede ser el signo de una enfermedad grave. Por este motivo, es relevante valorar el estado del niño cuando disminuye la temperatura corporal con antitérmicos. Se ha calculado que, en los primeros años, un niño sano puede tener fiebre durante 100 días. Por esta razón, los papás deben acostumbrarse a convivir con este síntoma. Sin embargo, en menores de 3 meses es recomendable ir a urgencias. Los más pequeños tienen el sistema inmune más inmaduro por lo que la infección puede ser más grave. Una fiebre superior a 40,5ºC. Una fiebre más alta no tiene por qué ser sinónimo de mayor gravedad; así, podemos tener una meningitis con 38ºC y una gripe con 40ºC. Pero si la fiebre pasa de 40,5ºC, sí es conveniente que lo vea un pediatra.
Siempre que se presenten dudas, se recomienda acudir a un pediatra. Aunque no esté disponible, la enfermera de su consulta podrá evaluar si llevar al niño a un servicio de urgencias hospitalarias.
Recomendaciones de nuestra pediatra, la Dra. Virginia Argüelles en el siguiente vídeo:
Para más información, puede visitar la nueva guía publicada por la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP).
La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas acaba de publicar una guía rápida para padres y cuidadores sobre cuándo acudir a Urgencias.